Felipe y tus compañeros de viaje, donde quiera que se encuentren sigan volando alto como los halcones de chicureo. Todos los chilenos lloramos su partida.
Descancen en paz. Los tenemos grabados en nuestros corazones, no podremos olvidarlos jamás.
Para ustedes como símbolo de nuestro amor y agradecimiento por entregar sus vidas por una causa humanitaria, estos copihues rojos, nuestra flor nacional.
Todos ustedes fueron dotados por Dios, les dió tantas habilidades, además de un físico hermoso, con lo cual llegaban a nuestro corazón con mucha facilidad
Gracias a Felipe por ser tan generoso, humilde y por sobre todo por tu alegría, igual para las demás victimas de este siniestro LOS AMAMOS