Que gran felicidad me invade a solo 15 dias de haberme sacado el yeso ( bota movible ), ello debido a que este accidente, aunque parezca extraño, me dejó lecciones de buen vivir : Aprendí a valorar las cosas en su justa medida y a no creerme merecedora de todo, a ser muy agradecida de Dios, de mi familia, aqui destacó la abnegación de María Eugenia, mi hija, y de Cristina, mi nieta, que me acompañó al Hospital y me ha cuidado durante todo este tiempo. Cuando tu no puedes valerte sola ni siquiera para da un paso, te das cuenta del amor que te están entregando. Y todas estuvieron muy pendientes de saber de mi. Esto ha sido en lo físico. También en lo espiritual aprendí ha agradecer a Dios por el nuevo dia de vida que me da, prometer ser mejor en todo, a gozar cada minuto de vida, a no renegar cuando sufro un percance, cualquiera que sea, todo lo contrario, a poner toda mi fe, y mis fuerzas para superarlo. Salvo los dolores atroces que padecí, lo he pasado pig. Me di cuenta una vez más que soy millonaria en amor. Entre paréntices ya cumplí 82 años el 1° de noviembre, lo pasé super, bien atendida con 2 tortas, velitas y muchitos regalos, y lo mejor de todo en franca recuperación gracias a Dios. Ahora con más ganas digo : ¡¡¡ SOY MUY FELIZ !!!
puse un cactus en flor, porque me gustan mucho, pero estoy arrepentida, parece corona. aaaaaaa Le preguntaré a una de mis nietas como puedo cambiarlo.
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